Washington, 10 ene (PL) Investigadores comprobaron la aparición de mutaciones en los microbios a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) y la asocian a la necesidad de adaptación a las difíciles condiciones de vida en el espacio.
El nuevo estudio de la Escuela de Ingeniería y Ciencias aplicadas de la Universidad de Northwestern en Estados Unidos asegura que la transformación de los microorganismos no representa una amenaza para los tripulantes de la estación.
Descubrieron que las bacterias en la EEI contenían genes distintos a sus contrapartes terrícolas, «lo cual no significa que son más perjudiciales para la salud humana, destacó Erica Hartmann, líder de la investigación.
Explicó que si bien los astronautas son personas extremadamente sanas, llevan «sus microbios» consigo a donde quiera que vallan.
Sin embargo, al hablar sobre expandir el vuelo espacial a turistas, que no necesariamente cumplen con los criterios de los astronautas, la experta confesó no saber qué sucederá.
«No podemos decir que si se pone a alguien con una infección en una burbuja cerrada en el espacio, no se transferirá a otras personas. Es como cuando alguien tose en un avión y todos se enferman», señaló Hartmann.
Las preocupaciones sobre las mutaciones de los microbios en la EEI surgieron en noviembre del año pasado, cuando un grupo de científicos descubrió que dichos microrganismos son resistentes a múltiples fármacos.